abril 8, 2019 / by Rafa Estepa

La voz cantada en el Teatro Musical

Cuando hablamos de teatro musical hacemos referencia a uno de los géneros de las artes escénicas más exigentes ya que, como todos sabemos, hay que dominar cuerpo, voz e interpretación. Pero más allá de esta definición superficial y evidente, y al ser el campo que aquí nos compete, es de vital importancia para la formación, salud y mantenimiento de los profesionales en activo y estudiantes del mismo, acentuar la relevancia de la preparación vocal necesaria para afrontar unas partituras realmente demandantes. Sin duda, el género procedente de la cultura anglosajona es uno de los más exigentes a nivel vocal por la dificultad de sus melodías, por la variedad estilística y, quizás el punto más relevante, el virtuosismo técnico que requiere, ya que rara es la ocasión en la que alguna de las canciones que que componen una obra no tenga que llegar y mantener notas en el primer o segundo pasaje (que para los que no conozcáis el término, lo podríamos definir muy resumidamente como las zonas conflictivas de nuestro registro o extensión vocal) y, muy probablemente, en la calidad vocal conocida como belting. 

Obviamente, en el teatro musical la voz cantada tiene que estar en favor del personaje y la emoción que el contexto dramático requiera, y para que ello sea efectivo debemos conocer muy bien nuestro instrumento para que el trance de la voz hablada a la cantada sea lo más liviana y efectista posible. Para conseguirlo es importante entrenar todo nuestros registro en una coordinación vocal que nos permita solventar las zonas conflictivas de las que antes hablábamos sin quiebres, con consistencia y eficacia pero: ¡atención! Esto no significa gritar o empujar nuestro registro de pecho hacia zonas más agudas en las que ya deben intervenir otro tipo de mecanismos, ni tampoco alivianar hasta el falsete, perdiendo todo el poder y cuerpo en nuestra voz. Nuestro instrumento está compuesta por multitud de procesos fisiológicos y anatómicos que requieren de una determinada y cuidadosa coordinación muscular intrínseca que nos permitirá afrontar dichas problemáticas con trabajo y sistematización, pero como cualquier proceso de entrenamiento corporal conlleva su tiempo y sobretodo: su proceso, que como estudiantes debemos conocer y respetar. Obviamente, todos queremos hacer cuanto antes canciones en un re5 o el famoso agudo de Defying Gravity de Wicked en fa5, pero la realidad es que para conseguirlo de modo solvente requerimos de entrenamiento, o de otro modo quizás podremos hacerlo pero derivando a la larga en problemas vocales orgánicos (patologías) por una descompensación de los mecanismos fisiológicos de la voz cantada. Es importante ir introduciéndonos en grado de dificultad eligiendo repertorio que esté dentro de nuestras capacidades actuales (que serán superiores con el trabajo adecuado, lo aseguro) y que nos permita ir haciendo de nuestra voz un instrumento solvente, sano y duradero (ya que conviene recordar que ciertas patologías son irreversibles sin intervención quirúrgica, con el riesgo que ello conlleva). 

Estas desequilibrios musculares, a parte de ser originados por la dificultad musical y técnica, también se producen por desconocimiento real, y por lo tanto una interpretación errónea, de ciertos conceptos relacionados con el genero, especialmente: belting (por norma general más problemático, al ser más exigente) y legit.

El belting, mal traducido a “grito”, es una calidad que proporciona poder y cuerpo a las notas agudas, muy utilizado en el teatro musical contemporáneo de corte rock, pop, soul… sin duda es muy efectista, pero también muy desagradable si no está bien ejecutado. Para llegar a tener un buen “belt” es importante encontrar en primer lugar un buen equilibrio vocal (coordinación de sistemas y grupos musculares) y posteriormente incidir un poco más en la parte que nos proporciona más “registro de pecho”, pero el proceso NUNCA debe ser el opuesto, buscar el pecho directamente en las zonas agudas. https://www.youtube.com/watch?v=nshz-X8hfS0

Por su parte, el legit, es un sonido mucho más fino, preciso y delicado. Mucho más presente en los musicales clásicos. Su trabajo sería, al igual que con el belting, encontrar una coordinación adecuada, y posteriormente alivianarla y estirarla hasta conseguir ese sonido brillante y timbrado que caracteriza dicho estilo. https://www.youtube.com/watch?v=j3d1wrj4riQ

Como vemos, se puede trabajar de manera adecuada pero siempre supervisado por un especialista, ya que de lo contrario los resultados podrían ser nefactos, especialmente para nuestra salud, con sus consecuentes problemáticas emocionales y profesionales. Si queremos ser profesionales hay que formarse adecuadamente y entender las demandas del ámbito al que vamos a dedicarnos ¿Acaso nos visualizamos bailando en la Opera de París un ballet clásico habiendo entrenado nuestro cuerpo solo dos años? Ser profesional no es una cuestión de títulos, sino de trabajo, constancia, esfuerzo, disciplina, y principalmente: respeto por el ámbito al cual quiero pertenecer ¡A por ello!