marzo 3, 2019 / by Rafa Estepa

Hablemos de verdad

Hola amigos/as:

Aquí estoy de nuevo tras un tiempo sin aparecer por el blog, pero lo ocasión lo merecía. Estaba pasando una tranquila tarde de domingo cuando de repente ha saltado en Spotify “No one knows me (like the piano)” de Sampha, una letra y melodía cargada de intimismo, humildad y verdad, y me ha despertado el impulso para coger el ordenador y plasmar algunos pensamientos.

Cuando trabajo en mi estudio con cantantes profesionales, o aspirantes a ello, una de las mayores preocupaciones que suelen tener es el trascender, conseguir que su proyecto logre traspasar la complicada barrera del círculo cercano o público creado en las inmediaciones del anterior. Obviamente existen factores de industria e inversión que no son los que corresponde afrontar en este texto, pero sí hay otros aspectos que están en la mano del artista y que, en la gran mayoría de los casos, no suelen tenerlos en consideración. Desde mi punto de vista gran parte del éxito de un proyecto musical, especialmente a medio/largo plazo es que sea creíble; en definitiva (y aquí viene la virtud, que para mi es la número uno en cualquier obra artística, como bien saben los que me conocen) que contenga verdad ¿y qué significa esto? ¿acaso lo que canto es de mentira? Quizás la palabra correcta sea “honestidad” ¡qué tu proyecto sea honesto! 

En muchísimas ocasiones me encuentro con cantantes que tienen grandísimas voces y talento a raudales, pero no saben cómo gestionarlo desde su propia personalidad. Ser cantante es conocer y utilizar correctamente tu voz, pero ser artista va mucho más allá: tu manera de utilizar el instrumento, de comunicarlo y mostrarte al mundo, tiene que ser honesta. ¿Y cómo puedo conseguirlo? Existen mecanismos para llegar a ese punto (me centraré especialmente en los cantantes, pero creo que es aplicable a cualquier rama artística):

  1. Trabajar tu instrumento: en nuestro caso la voz. Es imprescindible entrenarla para poder manejarla, entenderla y respetarla mejor. Un correcto entrenamiento vocal te permitirá obtener libertad expresiva y este es uno de los puntos claves para que tu obra sea creíble. También te ayudará a conocer tus puntos fuertes y débiles a nivel técnico para que el trabajo brille lo máximo posible.
  2. Trabajar tu “yo interior”. Sin duda, para que nuestra obra sea honesta hay que conocerse muy bien. Hagamos un simple ejercicio: ¿Podrías describirte en tres virtudes y defectos? ¿Crees que los demás te reconocen en los rasgos que acabas de mencionar?
  3. Trabajar la “proyección de tu yo”. Obviamente, como artistas no tenemos que mostrarle al mundo todo nuestro ser. Podemos mostrarle lo que queramos, e incluso podemos crear un “alter ego” pero que siempre puedas defender, mantener y que parta del estudio sobre tu propio “yo real”.
  4. Trabajar en la comunicación de tu proyecto. Hay tantos modos de comunicar como proyectos, por lo que no estandarices ni creas en fórmulas mágicas. Para que tu proyecto sea coherente tendrás que encontrar la forma de comunicarlo, siempre teniendo en cuenta los pasos anteriores.
  5. ¡ACTÚA EN CONSECUENCIA!, del proyecto que has desarrollado. De nada sirve que te muestres como una persona extrovertida, por poner un ejemplo, si en el escenario, o en cualquier evento, te comportas del modo opuesto = algo falla = producto caduco.

Por supuesto, este proceso no es fácil y requiere de tiempo, trabajo y autoconocimiento, pero ahí tienes claves para dar el primer paso y comenzar a pensar al respecto; y como siempre, si necesitas alguna ayuda extra ¡Ya sabes donde encontrarme! 

Nos vemos pronto, hasta entonces: a seguir cantando por la vida.